domingo, 13 de octubre de 2019

De vuelta

Buenas noches, 

Estoy un poco desparecida desde el martes. Tuve que salir huyendo de mi casa, porque los problemas vuelven. Estoy durmiendo en otro sitio, me he metido en mi pompa y sólo estoy en contacto con mis amigas. Ha sido una semana dura. Cansada de todo y psicológicamente agotadora.

No quiero darle más vueltas a las cosas, que ya he solucionado todo, más o menos. Pero la vida cuesta. Solo que ahora me encuentro más fuerte porque estoy centrada exclusivamente en mi. Os conté que había una nueva ilusión en mi vida. Mentira. Duró lo que tardé en escribirlo en el blog. Y es que no estoy preparada para iniciar nada, no voy a luchar por nadie, no quiero hablar con nadie cada día, ni mandar un "buenos días". No me sale, y eso se nota. No es cuestión de ser un cactus, es cuestión de que no es el momento. Y que no existe la persona que me mueva las ganas para hacerlo.

Sin embargo, alguien me ha sorprendido mucho para bien, y quería contároslo. No sé. Estoy un poco en la parra y tampoco le entiendo muy bien. Pero tengo tendencia a engancharme a los complicados. Os hablo del vecino del motero. Nuestra relación se basa en sexo. Punto. Ni "buenos días" ni nada..., absolutamente nada. No hablamos, no nos contamos nada... Y es lo más frío que he hecho... Y la última vez que le vi, hace ya más de quince días, es decir, que no es que estemos todo el día juntos, ni mucho menos. Pero el viernes, me sorprendió. Me dijo que estaba en la cama ya por WhatsApp y le dije que adiós, que no quería molestarle, total, si no hablo con él, hablo con otro y siempre tengo a mi Belén como primera opción, pero bueno... insistió en que aunque estaba en la cama, podíamos hablar... "¿Hablar tú y yo?" pensé. Detectó que algo iba mal, que había tenido una semana regular por decirlo así, por la forma en la que escribía, eso fue lo primero que me llamó la atención. ¿Tan trasparente soy? Y se interesó por mí. Y, le conté todo. Fue muy sincera con él. Le conté la historia con su vecino (conclusión de este tema: menudo hijo de puta, no te mereces a alguien así. Si le veo le parto la cara), le conté mi historia familiar y la mía propia, es decir, todo (conclusión: no te mereces nada de lo que te está pasando y no te mereces que tú seas tan dura contigo misma). Se quedó de piedra, no supo qué decir. No pasa nada le dije, les pasa a todos. Y no me refiero a que yo le vaya contando, pero era la misma respuesta que me daba Samu, "no sé qué decirte, Patri". No hay que decir nada.

Nos despedimos, le pedí perdón por la chapa. Y me habló al día siguiente, "¿qué haces?". Es un chico muy parco en palabras. Habla poco, creo que es tímido, creo... No lo sé. Pero, de una manera u otra, siempre aparece cuando menos lo espero, porque no le espero nunca, es un 112. No es más, y no sé, es que es muy raro, la situación me refiero. Me hace gracia, me apetece conocerle, hoy le he invitado a un café, y el pobre estaba trabajando. Yo pocas veces inicio conversación y todo el que me conoce lo sabe, pero... es un enigma para mí, y eso... me vuelve loca (casi literalmente). Y, estoy hecha un lío... Me ha sorprendido... A ver si mañana pudiera verle, aunque sea un rato, pero no me gusta bajar a su barrio y menos a su casa. No quiero encontrarme con nadie.

Con él estoy en la fase de... ¿Le escribo? ¿Seré pesada? ¿Podría confundirse ya que no quiero nada? ¿Podemos ser amigos? ¿Qué piensa él?... ¿Qué hago, queridos lectores? Lo mismo ha salido por ahí. No voy a molestarle. Estará por ahí, es sábado. Si quiere algo, ya me escribirá, supongo... Siempre lo hace. No puedo creer que esté viviendo esto ahora. ¿Por qué nos empeñamos en complicar todo? 

Estoy cansada. Trabajar de nuevo doce horas diarias, me está matando... Salgo a las 8.15 de casa y hasta las 8.15 no llego de Loranca de trabajar con el niño que tengo de tarde. Estoy asfixiada, pero me mantiene ocupada la mente, y lo mejor, estoy fuera de casa. Además, tengo que pagar un coche. Por cierto, os dije también de que el niño era una hormona con patas, pues es verdad, ¡me tira los trastos! Y yo solo hago que ponerme roja, porque es una situación muy violenta para mí, soy la profesora. Y le saco más de diez años, pero ahí no acaba todo, no. Es mi vida, por supuesto tiene que haber más cosas raras. El profesor de matemáticas que va los jueves y viernes también, qué si tengo novio, que si le doy mi número o quedamos para coordinarnos las clases... Pero, pero... ¿Esto qué es? ¿First Date? 

Estoy muy cansada de la vida. Estoy bastante harta de todo. Yo me quedo en mi burbuja, creo que a este paso, incluso volveré a la virginidad... Y mira, que sea lo que tenga que ser. No voy a mover un dedo por nadie, y menos en tema "tíos", anda y que les den a todos. 

Otra cosa, y esta sí que ya es la última. Gracias Alex, Peter Pan o como quieras que te nombre. Gracias, y sabes por qué. Gracias por ser mi amigo, por estar ahí siempre pase lo que pase. Gracias por tanto.

Patri Izquierdo Díaz


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