Soy una persona que me gusta discutir, me encanta, de verdad. Prefiero decir lo que piensa a callarlo. Cuando discuto con alguien, es porque me importa. Si pongo un "Okey", cruz y raya, y Next!
No os voy a contar lo que ha ocurrido esta noche, porque es muy humillante para mí. Demasiado como para compartirlo. Lo saben cuatro personas... Belén, Cris, Dani y Ernesto (de éste último, ya os hablaré). Me lo voy a quedar para mí. Pero, aquí, el vecino de..., se ha llevado un "Okey" al que no le voy a pedir explicaciones de esta noche, no las quiero, no me importan y paso totalmente. Según Cristina, estoy cabreada como una mona porque me he podido hacer una pequeña ilusión. ¡Mentira! Es que si no llego yo a preguntar, no me entero de lo que pasa. Cuando las cosas se pueden hablar sin problema y más que ni somos nada, ni esperamos serlo, ninguno de los dos. Pero bueno... Cada uno, que haga lo que crea correcto. Me han cabreado las formas, o la falta de ellas. Le voy conociendo, no espero de él detalles de ningún tipo, pero... hay que ser educado o amable (y amable, bien entendido, no como el motero decía), entonces, bueno... pues nada... Next! Uno más en la lista y se acabó. ¿Será el edificio ese que cree gente rara? No quiero imaginarme cómo serán las reuniones de vecinos... Por cierto, también es motero... Genial... No lo sabía. Fijaros qué grado de confianza tenemos, ¿eh?
Por lo menos el planazo que tenía preparado para esta noche se lo ha llevado, ¿verdad, Superman? Siempre disponible. Y el ganador del paquete de aventuras ha sido... Mi Superman. Tampoco quiero contar lo que ha pasado, pero me quedo con una gran noche de domingo a pesar de todo...
Patri Izquierdo Díaz
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