Creo que Comillas es el sitio que más me ha gustado de este viaje. Combina perfectamente mi pasión por el paisaje verde del norte con el arte y la cultura, esencialmente con arte neogótico y con la locura de mi querido Gaudí (¿loco o genio? Locura genuina). He vuelto al Capricho, que realmente es un capricho de casa y por primera vez al Palacio Sobrellano, que el año pasado lo disfruté de noche. Una maravilla de la arquitectura. Y por supuesto, el pueblo y su cementerio, son absolutamente maravillosos. Vengo enamorada de un pueblo de apenas dos mil habitantes.
Le pedí a Silvia que me hiciera miles de fotos allí porque ya vine enamorada el año pasado de ese lugar, y este año, me hubiera quedado aún más tiempo, pero mañana mis pequeños me reclaman. Además disfrutar con alguien a quien quieres tanto como yo quiero a Silvia y poder compartir ese sentimiento por el arte y la cultura que nos da nuestra profesión, os digo que no tiene precio y que es algo especial. Muy, muy especial.
En Comillas ocurrió algo, bueno, que ya venía de hace unos días la verdad, pero como os he dicho antes, no he tenido tiempo de poneros al día en todo. He conocido a alguien. Aparentemente, tiene todo lo que busco, ganas de conocerme, de hablar conmigo, de contarme su día, de darme los buenos días, de ir al cine a ver películas de superhéroes... No sé, es un chico que no siento el compromiso que he sentido con otros de tener que responderle, de hecho, me gusta que me escriba, me gusta hablar con él, y hablamos todo el rato. Le he enviado fotos, para lo rancia que soy yo, y Silvia ya me ha advertido de la cara de payasa que se me pone al hablar con él. No me voy a ilusionar, no. Me niego, pero... no voy a cerrarle puertas a una persona que se interesa por mí, que me cuida, me trata bien, no me habla de sexo todo el rato sino que tenemos miles de conversaciones, que le encantan los niños... Y os cuento un último detalle... ¿Cómo se llama? Pues ya que con los Samueles no me ha ido muy bien, voy a seguir marcando tradición... ¡Alejandro! Pues sí, ¡otro Alejandro! Creo que he quedado con él el próximo fin de semana, ya que como os he contado, entre semana, me es imposible hacer nada en este momento, y la verdad, es que me apetece mucho conocerle... No es el número 12. Es Alex, y ese pequeño detalle, dice mucho de lo que pienso sobre él o él sobre mí... No quiero ser gafe, y tampoco hay mucho que contar... Solo que el próximo finde, espero estar muy ocupada, conociendo a alguien que merece la pena, y que cada vez que me escribe, me dibuja una sonrisa sin querer.
Patri Izquierdo Díaz
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