Cuando las defensas flaquean, cuando tu coraza se rompe día tras día, no solo por el amor, obvio, se crean grietas. Roturas por donde se cuelan piropos que antes no aguantabas, halagos, detalles... Esas cosas que no nos gustan en un día normal, y que cuando necesitas un poco de mimos, siempre hay alguien dispuesto a colarse dentro de tu corazón, aprovechando cada oportunidad, estando ahí... En silencio, o tomándome el pelo para sacarme una sonrisa.
Tentando, sacándome de mis casillas, viviendo en un ring donde no paramos de pelear, de echar pulsos, donde un día gana uno y al siguiente otro. Porque somos masocas. Estoy entrando de lleno en mis teorías, estoy cayendo en todo lo que sé, y sí, lo sé, todo es un desastre... Se nos nubla la vista. Se me nubla cada vez que estás ahí esperando en la puerta del cole, se me nubla cuando me ayudas con los disfraces, se me nubla con tus "buenos días", con tus llamadas de horas, con tus detalles de película romántica, y esa mirada que me hace tambalearme un poco.
Y mi cabeza gritándome "¡mente fría!". Distancia, por favor. Aire entre nosotros que nos estamos fumando la pipa del amor. Y así, ocurre todo, un día te levantas, le miras, y le miras distinto, pero te callas porque no está bien. Porque nos debatimos ante la amistad y el amor. Un amor un poco dudoso, que ha salido de la nada, que ha salido porque la otra persona quiso huir de lo que ya tenía.
Sé perfectamente que nadie me va a tratar como él en la vida. No habrá nadie, jamás, que aguante todo y más como él. Y, encima, te lo demuestra con cada gesto y con cada hecho.
Seguiré los buenos consejos de mi amiga, los buenos, no los malos. Echo de menos lo que es tener a alguien tan importante a mi lado, que sea mi amigo, mi amante, mi compañero, mi confidente, mi todo, con el que compartir mi mundo. Echo de menos eso, y parece que vale cualquiera (no te ofendas). Podría convertirme en la versión chico de mí misma, podría hacer de todo esto un bollo y comérmelo, pero no soy así. No soy egoísta no me dejo llevar por impulsos, suelo pensar mucho las cosas antes de actuar. En el hablar no me pasa lo mismo, voy sin filtros, pero es que los hechos son muy importantes. Al menos para mí.
Creo que este tema es mejor olvidarlo, pero ya sabéis que todo lo que se queda dentro, acaba saliendo por algún sitio. Así que, aquí lo dejo.
Patricia Izquierdo Díaz
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