Es de esos días en los que pongo veintisiete veces la misma canción de Andrés Suárez. Y esta vez es culpa mía. Te dejé marchar cuando era justo lo contrario a lo que deseaba. Te aseguro que no hay ni un solo día en el que no me arrepienta de ser tan gilipollas.
Iluso. Creía que iba a encontrar alguien mejor, solo por esos días que teníamos malos. He perdido al universo entero. Y solo hay planetas sueltos. Menuda mierda.
Donde iba siempre tu risa, ahora hay silencio. El mismo silencio que en una calle de mi ciudad a las cinco de la mañana de un martes de enero.
He tardado demasiado tiempo en darme cuenta. Y lo sé. Es tarde. Muy tarde. Tan tan tarde que ya no hay posibilidad.
Solo esa que me han contado. La de encontrarte por la ciudad sonriendo de otra mano.
Ya ni las canciones en repeat me salvan.
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