jueves, 25 de abril de 2019

Las copas y el champán

Me trajiste el amor hasta los labios
y señalaste el verano sobre el mapa.

Es aquí, dijiste.

Supongo que pude ver en tus ojos
que se estaba acabando la soledad
—de mi pecho se bajaba
un hombre gris con gabardina.

Nos viajamos de esquina a esquina,
nos besamos de norte a sur
y huyeron a otras camas las lágrimas
que soñaban con nuestros ojos.

Ahora te miro sobre el colchón
y me gustaría inventarte un millón de veces,
para hacerte siempre diferente
pero siempre igual
como haría Ángel González.

Por favor, no te detengas, nunca pares, ven conmigo.
Seamos nosotros la fiesta, los invitados,
las copas y el champán
con que brindemos esta noche.



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