jueves, 23 de julio de 2020

Tu telaraña

¿Qué hago? Que alguien me diga qué hago, por favor.

Sí, he vuelto a caer en tu puta telaraña. Y sí, yo solito me he tumbado en ella para dejarme atrapar. Me he rendido al placer de verte con ganas de devorarme. A esa mirada que, con indiferencia, me dice que te soy indiferente. Que ya no te ilumino los ojos, que ya no te hago titubear cuando me hablas. Y suena ridículo, pero esta noche me he replanteado mil veces mandarte un WhatsApp; sólo para decirte que te echo de menos.

¿Y para qué? ¿Para qué...?

Yo que sé. Estoy borracho de recuerdos. Estoy admitiendo que, si tú me lo pides, renuncio a mis ideales. Renuncio a todo. ¿Y para qué? Sigo sin saberlo.

Me mata saber que yo para ti soy un recuerdo, mientras que tú para mí eres el recuerdo.

Te juro que hoy me despego de tu telaraña y te olvido. Pero no... ahora no. Dame cinco minutos más en ella. Dame más de tu veneno. 

Dame un 1% de posibilidades de que algo salga bien entre tú y yo.

Que yo pongo el optimismo.

Que yo lucho.

Que yo te quiero...


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