Las corazonadas son sólo eso, corazonadas. Pero soy de esas personas que necesitan un uno por ciento de probabilidad para apostarlo todo por ellas. Porque me ilusionan. Y soy así porque, cuando estoy ilusionado, soy capaz de conseguir cualquier cosa.
Por eso, para mí, el noventa y nueve por ciento restante nunca es un problema.
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