- ¿Qué cambiarías de tu pasado si tuvieses una máquina del tiempo? - me espeta de improviso.
- ¿Y esa pregunta?
- No lo sé. Me ha venido de repente.
- Mmm... Es una pregunta difícil.
- Algo habrá - insistes.
- Creo que no cambiaría nada. Las alegrías me han hecho feliz y los fracasos fuerte. Pero... ¿sabes lo que sí haría?
- ¿El qué? - preguntas mostrándote muy atenta.
- Volvería al día en que te conocí. a cuando estábamos en aquel pub, tú haciendo como que bailabas con aquel vestido azul marino y puntitos blancos que tan bien te queda, y yo haciendo como que no te miraba mientras daba tragos a mi tercio. Creo que primero sacaría una foto de la escena, para poder escribir el libro más bonito del mundo sobre cómo conocí a la chica pelirroja más bonita del mundo. Y después secuestraría a mi viejo yo en el baño durante un par de minutos, y le diría que se acerque a la chica que le gusta tanto y que no para de mirar. Que se acerque a decirle "hola", que no muerdes. Que ella también está a todas horas escuchando Extremoduro, que es tímida, pero adorable. Que ella también se ha fijado en él y que tiene hasta más ganas de hablar con él, que él con ella.
- Eso lo dices tú - te ríes.
- Eso lo sabemos los dos - ahora nos reímos ambos.
- El caso es que, antes de irme, me quedaría escondido en algún rincón para observar cómo un chico, muerto de miedo, le dice a una pelirroja, que no baila muy bien, el "hola" más tímido de la historia.
Y el mejor - añado.
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