A veces, por ser buenos -tirando a tontos-, hemos llegado al punto de aceptar mierdas -hablando mal- en el amor, en el trabajo y, sobre todo, en las amistades. Llegamos incluso a aceptarlo como algo normal que simplemente, toca aguantar. Creo que la culpa de todo la tiene la maña calidad de personas y oportunidades que tenemos a nuestro alrededor. Y más aún nosotros, cuando nos quedamos sentados en lugar de buscar mejores personas de las que rodearnos.
Por eso, busca a alguien que, libremente, te elija siempre. Busca un trabajo que consiga que te dé igual que sea lunes o viernes, y busca amigos que te quieran en su vida, no sólo se acerquen cuando les interesas. Pelea por ser feliz y no pares hasta que ganes.
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