sábado, 26 de enero de 2019

Pedro y su balón

Pedro sabe que mamá y papá se quieren mucho. Tiene ocho años, pero ya entiende un poco sobre eso de querer. Su mamá le cuenta cuentos antes de dormir y papá le da besos en la frente.

María e Irene se enamoraron. Descubrieron que, juntas, entienden el amor. Se complementan a la perfección. Todavía por la calle se encuentran gente que no entiende que eso de querer no es cuestión de sexos.

Pedro juega en la plaza. El balón se escapa un poco lejos. Irene besa a María. Pedro no entiende qué hace aquel señor gritando a dos chicas que se besan. Qué raro, con lo que le gusta a él que papá le dé un beso antes de dormir.

Pedro le pregunta a papá. No entiende nada. Papá le abraza y le explica que nunca debe olvidar que querer es cuestión de ganas. Cuestión de cariño. Que se trata de ser feliz con lo que tú eres. Con lo que tú quieres. Y no entenderlo, reprocharlo, es todo lo contrario a felicidad.

María e Irene se vuelven a besar a lo lejos.

Pedro sonrió y siguió rebotando el balón contra una esquina. Pero eso, eso que le enseñó papá, eso no lo olvidó nunca.

Defreds


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