Me quedaré frente a frente contra él. Parece suave a simple vista. Mis labios se acercarán, sigilosos. Meteré uno dentro de mi boca. Luego el segundo... muy despacio. Se humedecerán. Tendré que sacar la punta de mi lengua para rodear en círculos cada pezón. Y temblarás mientras se endurecen como bloques de granito. Los sujetaré con los dientes y tiraré despacito hacia fuera. Hasta que tu voz se pierda. Hasta que grites pidiendo un poco más. Y solo será el comienzo de la noche... Más...
Defreds
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