Siempre va despeinada por la calle, o es el puto viento, siempre jodiendo, o que simplemente ya no se ha peinado en el espejo. Con los auriculares puestos y sonriendo por la calle. Unos días suena Leiva, otros Miss Caffeina. No le pasa nada en concreto, pero sonríe. Callando al mundo con sus dientes. A mordiscos. Ya no recicla corazones. Los abandona si no merecen la pena. Menos mal que sus ideas fueron al contenedor azul.
Ha dejado todos sus miedos atrás, y mira que tenía muchos. Llegó a pensar que tenía una relación estable y duradera con el miedo. Ahora los tiene debajo de la cama, pillando polvo. Ya no se le pegan a la espalda cuando se levanta. El armario ya no asusta. Y sus manías solo le hacen un poco más especial.
Quizá no tenga el bolsillo muy lleno, pero el corazón rebosa. Y seguramente no exista mayor riqueza para una persona.
Defreds
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.