viernes, 11 de enero de 2019

Aquella canción buscaba la distancia más corta entre dos corazones

Detrás del agua
está la sombra inmóvil de la tierra.

Y en medio van los peces
con sus ojos abiertos como lunas
de una noche pasmada y sumergida.

Detrás del viento
palpita las estrellas insistentes.

En medio los aviones
y la luz suspendida de los áticos
que viaja por los mapas y los cuerpos.

Detrás de las esquinas
una ciudad oculta domicilios.

En medio están las sábanas.
Los espejos románticos desnudan 
a los recién llegados en la puerta.

Detrás de mi presente,
el eco que levanta tu pasado.

En medio va el amor,
como el ángel maldito,
como el diablo puro de mi tiempo.

Luis García Montero


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