Quiero decirte que ya no te quiero como el primer día.
Con todos los problemas y las preocupaciones. Con el día a día y los sueños.
Con cada proyecto, cada beso y cada postre.
Con cada noche que caemos derrumbados en la cama, cuando el cansancio gana.
Con la rutina y las dificultades. Es inevitable ver que todo ha cambiado.
Te quiero todavía más.
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