miércoles, 5 de junio de 2019

Sobreviviendo... Nunca sola

Siguiendo el texto anterior. No quiero dejar nada para mañana. El mañana en mi caso, queda muy lejos. Me ha tocado sobrevivir cada día, como en un videojuegos. Me siento como si estuviera saltando pantallas, pero en este caso, no hay vidas extras por si hay un error de cálculo. No os voy a hablar más del tema. Lo siento mucho, porque sé que me vendría muy bien sacar todo lo que llevo dentro.

Quiero hablaros de tres personas. Las tres muy diferentes. No tienen nada que ver. Pero son las tres muy importantes para mí. Empezaré a hablar de ellos por orden cronológico.

15 años.

Mi "AA". Mi primera llamada, mi primer escape, mi primer amigo de verdad, mi mecánico, mi familia, mi todo, mi mundo... Acabo de leer tu entrada en mi blog. No te puedo querer más, porque es imposible. Te has convertido en parte de mi familia, eres más que mi mejor amigo, y es que la sangre no lo da todo (de eso sabes mucho). Gracias... ¿Gracias? Deberían hacer otra palabra para expresar todo mi agradecimiento, por estar ahí siempre, sin preguntar, por ver una foto... o no verla, y saber que algo va mal. Por ir tres pasos más allá que yo. Por no bailarme el agua en absoluto y ser tú siempre, con lo bueno y con lo malo. Te quiero hasta el infinito y más allá. Y todo lo que haces por mí no tiene nombre. Simplemente es maravilloso. Verte junto a mí, en la cama de un hospital, es inefable, no hay palabras. Contigo no sé escribir. Darme tu mano es agarrarme a la poca vida que me queda. Es el impulso que necesito. Eres todo lo que necesito en mi vida. ¡Qué suerte tenerte, amigo!

5 años.

¿Qué puedo decir de ti, pequeña flor? Que te quiero un mundo. Que gracias por estar siempre, siempre, y no fallar nunca. Porque a veces pienso que no te merezco en absoluto y estás. Repito lo mismo que digo del bollo. Eres parte de mí, hay una conexión que me hace contarte todo prácticamente en directo. Aún sabiendo que me puedes regañar. Porque gente como tú, que es sincera, que te dice, "oye, la estás cagando". Son las que merece la pena. Y quiero más gente como tú a mi lado. Te quiero, Belén.

10 de enero - hasta la fecha.

No te daba ni 24 horas a mi lado. No te doy ni el verano, y estamos a días. Cuando te conocí, llevabas las palabras "Adiós, un placer" en la frente. Siempre has sabido a despedida. A relación con final. De momento no es así. Vamos, va por días. La gente debe estar loca con lo que escribo sobre el motero. Y queridos lectores, es así. Con él es una montaña rusa. No le entiendo, a veces no le comprendo, otras me sorprende, y otras pasa de mí. He leído vuestros comentarios en Facebook. Aléjate. Alguna que otra amiga mía también me lo ha hecho saber... Y a él también. Sí, es raro, y quizás debería alejarme, pero ni me lo he planteado. A veces, hace las cosas bien, como ayer. Sé que puedo contar con él, y que intenta ayudarme en todo lo posible, y sé que muchas veces se pierde en el intento, no sabe. Y creo que muchos de los fallos de él, de los cuáles yo me quejo, es que no sabe hacer las cosas bien, eso y que sigue en su parrita. Aunque creo que poco a poco, va bajando al mundo de los mortales. Quiero entenderle, precisamente porque me cuesta. Porque se sale de todas las teorías. Hay a veces, que juraría que es un bebé, como dice mi amigo. Que es muy inmaduro, otras que se hace el tonto, otras, pues eso que pasa de todo... No doy con la clave de él. Y a veces, desespera. A veces, sí digo, paso y respondo con un "vale". Pero me quedo con él, lo decidí hace mucho. Es buena persona, me aporta cosas buenas. Va aprendiendo a domar a una leona que saca las uñas cuando menos te lo espera. Por ejemplo, cuando me enfado y paga los platos rotos, creo que ya ni se molesta, me ignora y fuera. Me deja discutiendo sola. Es todo muy confuso con él, pero ¿alejarme? Por mi parte no. Y con este texto, quería agradecerle por estar en uno de los días más complicados que recuerdo. No tanto como el que me echaron de casa, que ahí no estuvo, porque no me hablaba (sí, es un dardo envenenado), pero, ayer estuvo y sé que mi amiga Belén le dio un voto de confianza, y eso para mí es muy importante.

Las demás, ya iréis sabiendo lo que pasó ayer. Ahora necesito descansar, necesito reconstruirme de mis ruinas. Otra vez. Valorar si merece la pena seguir o no. Valorar si soy capaz de continuar con esta carga. Es tiempo de pensar y pensar... Siempre lo digo, soy muy desafortunada en el amor, pero en amigos... Me ha tocado la lotería con todos ellos. Gracias de nuevo a los tres.


Patricia Izquierdo Díaz

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