Ella solo recuerda que iban charlando. El recuerdo se desvanece por momentos, pero recuerda que era una conversación muy agradable. De un nuevo trabajo que le habían ofrecido.
Acababan de volver de cenar en un restaurante italiano que habían inaugurado a las afueras de la ciudad.
Tocaba volver a casa por la autovía.
Recuerda que no hubo gritos. De repente, un coche llegó de frente sin previo aviso y sintió el golpe. Y luego solo silencio. Como si se hubiera parado el mundo y ya no quedara nadie.
Y lo vio en el asiento de al lado, ensangrentado. Respirando a duras penas, con los ojos cerrados.
Y los dos atrapados, los cinturones no se podían quitar, el coche estaba aplastado.
Solo le dio tiempo a decirle que le quería, que aguantara un poco más, que estaba a punto de llegar alguien.
Y de repente, bomberos, policía, un tumulto. Una camilla que se la llevaba mientras a gritos preguntaba por él, por saber dónde estaba.
Para él el golpe fue peor, no le dio tiempo a sobrevivir.
Le quedaron pendientes días de menos por vivir.
Todo por culpa de unas copas de más del que venía de frente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.