miércoles, 12 de junio de 2019

Y seguimos para bingo

De nuevo otra semana que hago pleno. Son las 01:12 de la noche. Ya me he despedido de todos los que me hablaban por Whatsapp, he desconectado del móvil no porque me vaya a dormir sino porque me he dado una leche alucinante, digna de grabar y me duele todo el cuerpo. No tengo ganas de seguir con el móvil en la mano.

Me tumbo a oscura en la cama de este piso que está empezando a ser mi casa, lamentablemente por muy pocos días. Pero aquí estoy, echando de menos mi almohada, mi oso gigante y mi casa. Al fin y al cabo, mi casa es mi hogar. Dejo el móvil en la mesilla y empieza a vibrar. Alguien llama... Alejandro, no consigo ver más, y sé que es posible que me llamara, le contesto lo más rápido que mis dedos deslizan el botón verde.

- Dime, Alex.

- Soy Alejandro - responde una voz que no me esperaba. Esa voz, que casi tenía olvidada, que recuerda a sal y playas, a veleros, a fallas... suena a pólvora valenciana.

Miro la hora, son las 00:39.

- Alejandro - hago una pausa porque realmente no sé qué decir. Bueno sí, eres la última persona que esperaba que me llamaras y a estas horas - ¿Estás bien? ¿Necesitas algo? ¿Ha pasado algo?

- Pati, tranquila... Sólo quería saber qué tal todo. Tus oposiciones. Debes de estar desquiciada. Quizás estabas durmiendo y yo...

- Son las 00:41, Alejandro, la gente duerme y yo... hasta hoy, soy persona. Pero no pasa nada, aún no estaba en coma... - suspiré. Esto es subrrealista, ya verás mañana en cuanto se lo cuente a Belén.

- Perdona. No pretendía molestarte, quizás no debería haber llamado. Perdona Pati.

- ¡Espera! - volví a suspirar y conté hasta diez. No, hasta cien - Las oposiciones las llevo muy regular. Menos mal que salen cada dos años, aunque seguiré intentándolo hasta el día 21 de junio. Gracias por preguntar, es un gesto muy amable por tu parte - ¿Ya empiezo a hablar "pijo"? Pues sí que se pega todo.

- Desde que te conozco siempre ibas a suspender todo y mírate. Sólo puedo sentir admiración por ti, entre otras cosas...

"No sigas por ahí", gritaba mi mente. No más declaraciones a un corazón que vive en el Norte, un corazón que ya no responde de la misma manera.

- Siempre has confiado más en mí que yo misma - Tanto que decir y tan poco que poder hablar.

- Pati... 

- No, Alejandro... No. Gracias por haber preguntado. Ha sido un gesto muy bonito por tu parte, todo un detalle. Espero que todo te vaya bien. Adiós, buenas noches - lo más seguro es que mi lengua no siguiera a todas estas palabras que el cerebro iba emitiendo... "Buenas noches, Peter Pan" susurré muy muy bajito. 

Apagué el móvil, y su voz no dejaba de sonar en mi cabeza. Duérmete... Prefería al de ayer mil veces, al menos me reía de él y mi mente planificaba cosas para tocarle las narices, pero a ti no puedo... Sí, no ha sido la conversación más bonita del mundo, pero... Gracias por estar. Y recuerdo esta frase... “Es muy grato cuando alguien conoce pequeños detalles de ti. No porque tú se lo estés recordando constantemente sino porque ponen atención”. Te define tanto... Podrían hacerte un trivial de mí, y acertarías todo. Sabes cómo me siento ante un examen, sabes cómo me tomo las cosas, sabes qué suelo hacer, lo sabes todo... Y lo recuerdas. 

Dios mío, ¡no! No. ¡Lo único que hacemos es liar todo! Y esto es lo que provocas, ¿sabes? Miles de emociones en menos de una hora. Qué explote. Que me canse, que me duela aún más la cabeza... ¿Qué más quieres de mi? Leéme bien... Si alguna vez me quisiste, sólo déjame ir... Tú dueles, tú trastocas, picas, molestas, tú no eres la copia del AliExpress... Tú eres la Edición Limitada. ¡Basta! Y van siete años así, como el perro y el gato, como el perro del hortelano, ¡ya! 

Gracias por darme una noche en la que dar vueltas al coco. Te lo agradeceré mucho cuando mi despertador suele a las 07:00 de la mañana para estudiar las dichosas oposiciones. Y sigues siento mi debilidad... Sino, no me afectarías tanto... Puedo vivir sin ti, te lo he demostrado, pero te necesito lejos, necesito no escuchar tu voz, y por supuesto ningún inicio de declaración de amor... otra vez. Hasta aquí, ¿vale? Hoy no es domingo, hoy no es día de echar de menos el pasado.

Patricia Izquierdo Díaz




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