domingo, 6 de enero de 2019

Hoy te echo de menos


No me preguntes porque. No sé si es que se acaba la navidad, época que siempre hemos pasado juntos de una manera u otra. No sé si es que ya volvemos a la normalidad, una normalidad donde sigues sin estar. No sé si es que el saber que estas aquí, cerca. Pero lejos, muy lejos a la vez. Y no saber absolutamente nada de ti, me está matando. O simplemente es que escuchar a Aitana diciendo eso de que “a nuestra historia la hace falta una segunda parte” me hace extrañarte un poquito más. No lo sé. Así que no me eches la bronca que hoy no voy borracha.

Si hoy me bebiera todos los tercios del mundo, todos me sabrían a ti. Y te buscaría en cada puta esquina. Como en noche vieja… pero me conozco, y me conoces. Y pese a que te hablaría lo justo y menos, orgullo por bandera, serias la revolución del conjunto de heridas que llevo de por vida.

Nos distanciamos mil veces, unas veces eres tú el que se va… otras soy yo, la que intenta poner tierra de por medio. Y siempre pensamos mal del otro. Pensamos que al otro le resulta más fácil irse. Pero no es así. El hecho de que estés al otro lado del mundo, me ha ayudado a aprender a vivir sin ti, pero no quiere decir que no me acuerde de nosotros. ¡Echo de menos hasta nuestras discusiones y mira que me agotan! 

Simplemente he querido colaborar en que consigas hacer tu vida. Ya que siempre fui un obstáculo. Si, dilo, he vuelto a decidir por ti. Pero es que a medias… no solucionábamos nada. Y tú lo sabes.

No sé si has conocido a alguien, no sé si eres feliz, ni si quiera sé si te vas o te quedas. Lo que si se, es que ahora sí que las cosas están cambiando… no nos hemos felicitado la navidad, ni nuestro No aniversario. No nos hemos visto al terminar la noche vieja, ni me has contado que te han vuelto a regalar colonia y calcetines por Reyes. Supongo que estamos más lejos que nunca, aunque sigan tu cama y la mía, a dos calles de diferencia. El otro día note tu indiferencia, que sabes que es lo q más me duele. Pero lo entiendo. Igual que entiendo que no entiendas, mis impulsos. Que este aquí escribiéndote… pero también sabes que me da igual jaja que yo soy así. Y si necesito escribirte, lo hago. Aunque luego me arrepienta. Aunque salga escaldada, aunque me odies otro poco. Pero es que hoy no me apetece fingir, hoy quiero verte, quiero besarte otra vez. Y decirte, que pintaste la raya tan alta que creo que no voy a volver a conocer el amor.

En verdad, no sé ni que quiero decirte, te he escrito tantas veces… ¡qué pesada! ¿no? siempre con mis testamentos, que sé que te aburren pero que yo no me canso de mandarte. Solo quiero que sepas, que si tú me pides algo, le declaro la guerra a todo el que me impida conseguirlo. Si te hacen daño, si necesitas un abrazo, si te sientes solo, llámame.

Para ti, voy a estar siempre.

Belén Triguero Guijarro




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.