jueves, 29 de noviembre de 2018

Continúe

Tras unos días pensando. Abandono, lo dejo, me despido, adiós. Se acabó el estar pico y pala, se acabó el ser la única que se lo trabaja. 

Me retiro, no voy a competir con otras por ti. No voy a pedir, no voy a exigir, no voy a adorarte como si fueras el hombre más maravilloso de la tierra. No.

Voy a continuar mi camino, sólo me he desviado un poco, aún puedo encontrarme. Sé que debía seguir adelante, como dice mi GPS, "continúe", pero no hice caso a la razón. Me juré a mi misma no escuchar al corazón, pero éste me susurra que "tranquila, ya hemos pasado por esto". Por amores no correspondidos, por querer más y no recibir, y mira, hay ciertas cosas que queremos, pero que si hay que pedirlas pierden todo el valor... y la magia.

Hubo un momento en que pensé, que si nos esforzamos, si lo intentamos, si practicábamos, podría salir bien. Eso fue en un momento puntual, el mar estaba cerca y eso nubla la razón a cualquiera. 

Pero ya está, hasta aquí la novela que de romántica no tiene nada. ¿Te cuento el argumento? Era la historia perfecta, era especial, pero acabó como todo en la vida real. Como diría Coco Channel, por mucho en que nos golpeemos con una pared, no se va a abrir una puerta. Tú eres mi pared, y no me voy a sentar a esperar que tú algún día quieras abrirme esa puerta.

Patricia Izquierdo Díaz


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.