Desde hace un tiempo vivimos historias paralelas, parecidas
y muy reales. Chica conoce a chico. Chico conoce a chica. Se encantan. Viven
momentos geniales. Pero se separan. Hay muchos kilómetros de distancia. Y sin
saber cómo ni por qué, aun estando lejos la historia continúa…
Así visto, son historias cualquieras. La típica relación a
distancia que muchas personas viven. ¿Pero quién nos iba a decir a nosotras que
viviríamos algo así? Siempre hemos tenido claro lo que no queríamos, y esto,
formaba parte de nuestra interminable lista del “tía, yo paso de eso”.
Antes de que se nos cruzara el cable, porque querida amiga,
esto es una cruzada de clave en toda regla, hemos tenido millones de
conversaciones donde nos dejábamos claro la una a la otra que aun siendo tan
diferentes, teníamos muchas cosas en común. Y fíjate tu por donde, vivimos lo
mismo, en el mismo tiempo y con los mismos problemas.
Tú, tan culta, tan
correcta, tan responsable… tan de ver museos, levantarte pronto para ver exposiciones,
tan perfeccionista…. Y yo tan dejada, tan de salir y comerme la noche y
levantarme a las mil, tan chula, tan de quedar por encima… Tú querías una
persona con la que viajar, visitar lugares con historia, con la que sentarte a
leer y disfrutar del silencio. Y yo quería un terremoto con el que discutir,
que me siguiera el ritmo, que me sacara a bailar, con el que tumbarme a mirar
las estrellas y reírnos hasta de la forma de las nubes…
De cierto modo llegaron a nuestras vidas eso que buscábamos
¿no? Sin avisar, en el sitio menos pensado… aparece el chico que cumple todas
tus expectativas. Piénsalo, tu chico es listo, muy listo, inteligente, habla de
lo que te gusta, te hace reír… el mío es el bruto con el que discutir por todo,
que me hace bromas para reírnos, cariñoso pero no pegajoso… pero supongo que nada
es como en las películas, y aunque hay miles de cosas que nos maravillaron de
ellos, ahora vemos que no todo es de color de rosa… y estamos en esa fase de no
saber si salir corriendo o insistir un poquito más…
Somos muy distintas, y ellos también son muy diferentes.
Aunque hayan actuado parecido. Cada una lo ha intentado llevar a su manera,
pero lo hemos intentado llevar juntas. Nos hemos aconsejado, nos hemos reído de
lo que le ha pasado a la otra, hemos vivido el sufrimiento cuando algo no iba
bien… la única diferencia es que yo me he retirado… ¿y tú?
Yo solo puedo
decirte que espero que una de las historias salga bien. Espero que eso que nos
hace diferente, haga que lo vuestro también sea diferente. Voy a estar aquí para lo que necesites. Para
recoger tus pedacitos cuando el furby te rompa. Para recomponerte y decirte que
si él no ve lo maravillosa que eres, lo veré yo. Que no dejes de creer en ti. No dejes de buscar lo que realmente esperabas del amor. No te
conformes. Que te quieras como te quiero yo. No sé si lo vuestro va a
funcionar, que no me haya ido bien a mí, no quiere decir que haya dejado de
confiar en lo vuestro. Pero si no sale… se supera. ¡Mírame! una semana mal y
listo.
Lo único importante aquí es que seas feliz, no recibas menos de lo que
te mereces. No dudes. No dejes de ser tú.
Te quiere, tu amiga. La doctora amor, la que vende consejos
porque para ella no tiene.
Belén Triguero Guijarro
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