viernes, 16 de noviembre de 2018

El consejo que jamás pediste

El consejo que jamás pediste te va a sonar raro. Seguramente hasta lo rechaces. Incluso podría decirte que vas a tomártelo como un ataque. Es ese consejo que te da un desconocido pensando en él y no en ti. Es ese que cuando quieras ponerlo en práctica no lo harás con ganas. Y las cosas sin ganas son pesadas. Sin sabor. El consejo que jamás pediste es lo que quieren ver en ti, pero no lo que tú quieres ver de ti mismo. Seguramente odiarás que te aconsejen porque creerás que no necesitas ninguna ayuda. Ya lo sé. Pero si me dejas que te dé el consejo que no has pedido, solo si me dejas, te diré que disfrutes de todo. De esos también. De los inútiles y de los que crees más importantes. Disfrútalos porque siempre son especiales. Cuando te des cuenta de todo lo que dicen sin decirlo, lo vivirás y seguramente lo pondrás en práctica. Te darás cuenta de que ese consejo nació para pedirte a gritos lo que necesitas.
Así que si me dejas que te dé el consejo que jamás pediste, ahí va: brilla y baila sola como tú sabes o si lo prefieres. Son otras maneras de decir te quiero.

Laura Escanes


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