Me arrepiento de demasiadas cosas como para contarlas en un libro. Aunque seguro que en alguna página habré dicho que nunca me arrepiento de lo que hago. Mentira. Incoherencia. Desorden. Ya me conoces.
Pero si tuviera que contarlas empezaría por esa. Maldito día en el que me dejé llevar y no pensé en la de veces que me vendría esa imagen a la cabeza. Maldito día en el que te quise y confié. En el que dejé de querer y amé a la vez. Maldito. Si pudiera retroceder, no dudes que lo haría. Aunque tal vez me llevaría la lección aprendida. Me arrepiento porque creí ser libre sin saber que eso sería mi propia cárcel. Y yo carcelera y presa a la vez. Me arrepiento porque perdí horas y días llorando tu ausencia. Sin saber que nada me iba a aliviar más que la distancia entre los dos. Y ojalá no te vuelva a ver nunca más. Ojalá te alejes de mi vida y por fin me dejes volar.
Ojalá desaparezcas hasta de mi memoria.
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