lunes, 5 de noviembre de 2018

Hay hombres que parecen un paisaje

Hay hombres que parecen un paisaje
cuando cierran la puerta
y se quedan delante de nosotros.

Recuerdo muchas veces pupilas amarillas
con rumor de hojas tristes
pisadas por el turbio zapato de la tarde.

Recuerdo las sonrisas cubiertas por la nieve
igual que la pureza,
ese valle que esconde la conjura del barro.

Y recuerdo desierto en la piel,
el bosque vigilante con búhos en los hombros,
silencios que parecen una ciudad cansa,
escaleras y manos que sostienen 
el licor tembloroso de la noche.

Hay hombres aeropuerto,
hombres de luna con tejado, hombres
que llegan de la selva y buscan rascacielos
y son como minutos en un reloj de arena.

Así que cuando vuelvo solitario a mi casa,
y me recibe el mar en mis ojos castaños,
el mar azul y libre
con espuma de agosto en el espejo,
agradezco a la vida
la ocasión que me ha dado de mirarte.

Estás en mí como un paisaje mío.
Me acompañan tus olas y tus barcos.

Luis García Montero



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.