viernes, 22 de mayo de 2020

¡Otro motero NO! ¡NO!

Sabéis que estoy hablando mucho con un antiguo compañero del colegio... Y ayer tuve todo un "deja vu" con él. 

Lo hablé con las chicas, y con Dani. Creo que todos aquí sabéis mucho de mi historia con el motero. Bueno, pues creo que se está repitiendo. Empezamos con conversaciones de sexo a full, pero hemos ido entrando en conversaciones un poco más trascendentes. A él le he contado como Samu me dejó tirada como una colilla de un día para otro. Y a él, le ha pasado más o menos igual. Nos sentimos identificados en muchas cosas, solo que él va unos pasos por detrás. Lo que él ha pasado, ya lo pasé yo hace unos meses...

Hace unos días le puse las cartas sobre la mesa. Me gusta hablar con él: de sexo, de historia, de películas, canciones, libros... Me parece que puedo hablar con él de todo. Absolutamente de todo. Y físicamente, me atrae. Se lo he dicho. Creo que es un chico que merece la pena. Pero escuchar como habla de su ex... como si fuera de una hada que está revoloteando a nuestro alrededor... Me hizo recordar a cómo empezó mi relación con el motero. 

Llamarme loca por poner las cartas sobre la mesa tan rápido, pero es que no quiero irme a un viaje como el de Lisboa, para que no ocurra nada... Estar jugando a ser pareja sin serlo. A volver a lanzarme a una piscina en la que no sé si tiene agua... No estoy preparada para pasarlo mal. No lo estoy. Ni siquiera sé si dos juguetes que están rotos, pueden funcionar al unirse. 

Pero lo que tengo claro, es que no me voy a quedar sentada esta vez a ser elegida entre un montón de "chochis". Esta vez no espero. No espero a nadie por muchos ojos azules que tenga y muchos tatuajes. Esta vez me salvo yo. Ya sé como va el juego, y ya sé quien acaba herida. "Huye" me han dicho todas. Esta relación es igual a la del motero. ¡Igual! Él no me recuerdo en nada a Samu, es mucho más maduro. Muchísimo. No tiene comparación. Y tenemos más cosas en común. Y las horas que paso hablando con él, me encanta. Pero, ¡uf! No, no. Un "Samu" no, por favor. Me niego. Me da miedo. No puedo ni siquiera ni imaginármelo. ¿Me va a arreglar la tele? ¿Me va a llevar a la nieve? ¿A tomar café? No no... Hoy me ha dicho Rocío, que de una oportunidad... Pero es que me muero de miedo. ¿Y si me gusta? ¿Le espero? ¿Para que se recupere y me eche a un lado para irse con otra? Son tan iguales... La situación, claro. 

Belén dice que cuando doy tantas vueltas a la arroz es que me gusta. O sea, que ya no hay vuelta a atrás. No aún no. No. Aún nada. Dios me pille confesada. ¿Es que no aprendo? ¿Y si se va? ¿Y si un día deja de hablarme? Estoy tan insegura... Y eso que me he lazando con la declaración de intenciones y que le he dicho todo lo que sentía. Nunca me había lanzado... Y tan, a lo loco. Sin paracaídas. 

No quiero que me vuelvan a partir en mil pedazos...

Patri Izquierdo Díaz


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