Hoy he vuelto a pensar en aquel domingo...
Ojalá todo hubiera sucedido como estaba planeado. Cuando Samu salió por la puerta de mi casa, ya estaba más que pensado. Y así lo hice. Hoy son de esos días que me acuerdo por qué no tomo pastillas ni para las migrañas que tengo.
Me siento como un flor que se está marchitando en plena primavera, y no puedo evitar acordarme de una canción de Rocío Jurado que decía que "jamás duró una flor dos primaveras". Necesito un chute de vida, para seguir sobreviviendo. Sí, porque eso es lo que hago, sobrevivir. Necesito agarrarme a algo de luz, que alumbre el túnel en el que vivo. Pero cada vez, veo que la poca claridad que hay... Estoy cansada mentalmente de todo.
No paran de repetirme lo fuerte que soy, cuando no es cierto. Cuando solo voy de un lado para otro, intentando que los días pasen... Y que pasen.
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