Te perdoné antes de que hablaras, antes de que reaccionaras, antes de que llegaras a la conclusión de que la habías cagado... Por quince años. Por cada uno de los momentos que el tiempo y nuestra memoria guardan.
Pero hay algo dentro mí que se ha quedado tocado. No se lo he dicho a nadie. De hecho, nuestra bronca o malentendido lo cuento con mucho humor, como siempre, escondiéndome tras la ironía. Sabes que soy mucho de esconderme tras sentimientos vanos, o personas incluso, cualquier persona o sentimiento me parecen una buena armadura.
En mi cabeza, por la noche, y en mis momentos de silencio, resuenen cada una de tus palabras. Según mis amigas fue un momento tonto, y he de olvidarlo. Y yo asiento, porque tienen razón, y sonrío. Pero cada una de tus palabras se ha quedado grabada a fuego en mi interior. No creo que me quisieras hacer daño, creo que todo lo que me dijiste en algún momento lo has pensado, y eso es lo que más miedo me da, porque yo también lo pienso. Sé mis defectos, y dudo de mis virtudes.
Y llego a casa, la cual debería ser mi refugio, y me hundo más, y huir ya no me motiva porque siempre hay que volver. Rozar la felicidad con la punta de los dedos, para volver al caos. Qué cierto es eso que dice Luis Ramiro de que quién más te quiere te hará llorar. Y es que es la historia de mi vida. Todos los chicos me han hecho llorar, incluso tú que eres mi amigo. No sé... Si lees esto, que lo dudo, no te preocupes, yo estoy bien, como siempre. Intentando ayudar a los demás, estando ahí para todos, porque así me sale. Pero me has hecho pedacitos. Porque en el fondo, creo en todo lo que me dijiste... Y, mi mejor amigo, en un momento, me confirmó todo... por si tenía alguna duda. Si eso es lo que piensa un amigo de mí, tiene que ser verdad. Es así, es una de las leyes de la amistad, y en momentos de tensión y de alcohol, en este caso el factor fue el primero, la gente suelta todo lo que lleva en la mochila.
Con esto has conseguido que quiera alejarme de la gente, pensar, de nuevo, que no soy presentable, hacerme insegura, volver a tener 15 años. No lo sabes, y no lo sabrás... pero te tengo en mi cabeza todo el día metido repitiendo todo lo que me dijiste, y que no se lo he contado a nadie. Por protegerte, porque hay otra persona, porque te quiero, por protegerte, y porque como ya te he dicho... ya te había perdonado antes de nada.
Patricia Izquierdo Díaz
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