martes, 5 de febrero de 2019

El teléfono

Me gustaría tener la fuerza suficiente como para llamarte. No sé, preguntarte cómo te va todo, si estás tan feliz como parece, si te acuerdas de mí, si recuerdas cómo sonaba mi voz. Muchas veces tengo las manos en el teléfono y nunca termino de marcar. Supongo que es miedo a no obtener respuesta. O peor, a tener una que me va a doler el doble. Una vez, sin querer, empezó a llamar y colgué corriendo. Ganas de decirte lo que Andrés: «Que te cambio el aplauso por un fin de semana en Cádiz».

Y sí, tengo ese mensaje en borradores, releo mil veces esas palabras donde nos decíamos que todo iría bien. Como si fuera todavía ayer. 

Defreds


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