He estado toda la noche pensando en algo, que me tiene distraída de todo. Así que lo voy a plasmar, como siempre aquí y lo compartiré con vosotros.
Tengo dos casos, dos personas, que están pasando por un momento similar. Relaciones que se acaban después de muchos años y muchos momentos vividos. Entiendo el drama que puede suponer para cada uno de ellos. Entiendo que la vida te cambia entera, que tu mundo se te cae, y que nada es igual. Que, es posible, que te apetezca quedarte en casa hecho un ovillo llorando, o te apetezca no aparecer por ella. Entiendo todas las versiones que queráis, y seguro que a vosotros se os ocurren muchas más de como llevar una situación así. Creo que todos hemos pasado por algo parecido o incluso igual. Las relaciones se acaban, y es algo que trae la vida.
Es necesario llorar una pérdida, y más si tú eres el dejado. Es normal que no sepas cómo enfrentarte a un nuevo futuro que no tenías planeado, porque ahora estás solo. Es comprensible que tengas tus días, tus momentos, tus esperas pensando que todo se va a arreglar, y que todo volverá a la normalidad. Que nada de esto ha pasado porque ha sido una pesadilla. Sé como se puede llegar a sentir uno. Me puedo hacer a la idea de los miles de sentimientos que uno lleva en el corazón, y que cambian cada hora. Has de pasar por la tristeza, el llanto, la decepción, el engaño, el orgullo, la ira, el enfado, el pasotismo, el odio incluso... Son fases. Y todas hay que pasarlas si queremos empezar de nuevo. Ahí viene mi dilema. ¿Quieren empezar de nuevo? ¿O tomar el camino fácil? Que es dejarse llevar, a ver que les trae la vida... O incluso, aún más fácil, quedarse en la cama llorando meses después.
Os voy a hablar de mi amiga en primer lugar. Ella ha sido desde hace 23 años (se dice pronto), un pilar fundamental en mi vida, es muy amiga de sus amigas, y siempre está ahí. Lo lleva en su ADN por eso es psicóloga. Pero ahora, toda esa fuerza, se ha esfumado. Se la llevó él cuando la dejó. Pero lo que no sabe es que dentro tiene una fábrica para seguir produciendo fuerza, valor, ganas de comerse ese mundo que la han robado. El mundo no se acaba, pequeña. Porque él se llevó vuestro mundo, pero el tuyo nadie te lo quitó, lo tienes ahí. Sólo que tienes que construirlo como sea, poco a poco. La tierra sobrevivió a un meteorito. Tú no vas a ser menos. Porque no estás sola. Te habrás dado cuenta de toda la gente que estamos aquí y que no te cambiaríamos por nadie. Es un trabajo individual, duro, incluso exigente. Tienes que hacer que tu mundo sea mejor que el que tenías, ¿cómo? Exigiéndote a ti quererlo, construirlo a tu gusto, sólo al tuyo, equivocándote, probando, con ganas... Quiero que te des con la realidad. ¿Te acuerdas de los 18 años? Nos costó llegar... Tenemos 26 en un abrir y cerrar de ojos. ¿Vas a dejar que siga pasando el tiempo? Tenemos una vida, esto no es un ensayo. Quiero que llegue tu último día y pienses que ha valido la pena. Que agradezcas a todos los que hayan pasado por ella, lo que has aprendido, el camino que te has labrado y como has llegado hasta ahí... Porque de todo se aprende, Cris. En un tiempo, se lo agradecerás. El haberte hecho añicos, porque te habrás convertido en alguien imparable. Pero eso no se consigue desde la cama, ni mal durmiendo. Se consigue cada día, ladrillo a ladrillo. Y permitiéndote fallar. Es la única forma de aprender.
El siguiente sujeto, no le conozco tan bien, no podría juzgarle, ni siquiera opinar sobre cómo ha actuado o actúa. No seré yo quien diga algo al respecto. Lo único que sé, es que en poco tiempo he descubierto a alguien excepcional (y espero que no lo confunda con ninguna declaración, porque le puedo pegar... y yo ganaría... y lo sabes, no es un tema discutible). Hace que los días tengan 30 horas, saca tiempo para todos menos para él, no se deja ayudar, y es un cabezón y un quejica, que siempre amenaza, pero nunca hace nada. Él no es de esperar trenes, como pone en sus storis en Instagram, creo que se conoce poco. Él necesita volar, sentir, que le propongan cosas, apuestas, retos, necesita motivaciones extremas en la vida. Lo normal, lo sencillo, lo fácil, no le mueve a ningún lado. Es una persona llena de buenas cualidades. La verdad es que las horas con él se pasan volando. No deja silencios, no deja conversaciones sin tocar, es increíble como persona. Para mí ha sido un descubrimiento porque cuando le conocí no las tenía todas conmigo. Y tampoco quiero decir más que luego se emociona. Es cierto, que a veces me paso un poco con él, y que todos en algún momento necesitamos que nos digan que somos importantes, o recibir algún cariño de alguna manera. Bueno, pues hoy ya tienes tu dosis, y espero que no te acostumbres, porque seguirá habiendo rechazos y zascas... Es parte de mi encanto.
Tras haber hecho una breve descripción de él. Siento que tiene una gran mochila a la espalda, de relaciones rotas, de problemas, de dudas, incertidumbres... rencor. Es normal que te duela la espalda. Pero una persona así, ¿cómo puede vivir anclada a un pasado a través del rencor? Creerme si os digo que es una persona que está destinada a vivir la vida al límite, porque vale para ello. Porque se merece que le valoren y no le cambien por otro, porque tiene mucho que dar, y lo da.
Creo que a la gente le falta valorar muchos detalles del día a día. A veces, a las personas les emociona más una rosa que el que estén ahí para todo lo que necesitamos. Hay personas que no saben valorar lo que tienen, hasta que pasa un tiempo... o incluso, nunca lo valoran. ¿Sabes? Si no te dan tu sitio, has de irte. Has de irte del todo. Has de guardar tus recuerdos, tus sentimientos en una parte de tu mente y de tu corazón. No te hablo de borrarlos, es parte de tu vida, es parte de tu aprendizaje. Que todo esto te de fuerzas para abrirte al mundo, mostrarte, probar, fallar, equivocarte. Es el momento perfecto, donde no tienes nada que perder, donde estás sólo tú, ¿y sabes lo mejor? Puedes hacer lo que quieras. No eres de trenes, ya te lo he dicho, eres de algo mejor, de no conformarte, de querer más... Y eso te hace grande, esa actitud sólo puede traerte cosas buenas, cosas de verdad.
Aceptemos que las relaciones son de dos. Que si uno se va, solo se lleva el 50% de tu mundo, el otro... tendrás que volverlo a hacer. Aprenderás que nadie más volverá a ser tu único pilar de tu vida, que el que venga ya con su mundo, tendrá que aprender a combinarlo contigo, pero no a darlo todo. No podemos volver a cometer ese error. Vinimos solos al mundo, nos iremos solos. Lo único que podemos hacer... aprovechar el momento, disfrutar de las cosas buenas que trae la vida, porque ahí está la felicidad. Dejar de anclarnos a un pasado que es pasado, y que no volverá. ¿Perder la vida esperando? ¡Pero de qué vais!. El tiempo es lo único que no vuelve nunca. Lo que no hagas hoy, quizás mañana sea tarde. Arriesgaros a salir al mundo, a fallar, a cometer errores, a llevar en vuestro corazón todo lo que habéis pasado, es experiencia, es aprendizaje, pero que jamás sea una carga, ni un impedimento en vuestro nuevo camino. Ya ha pasado tiempo para haber llorado, gritado, haberos roto en mil pedazos. Sois dos personas increíbles, sino no os tendría en mi vida. Valéis lo que yo jamás podré escribir (creo en ti, aunque te conozca desde hace poco).
Por favor, por vosotros, sólo pensar en vosotros, no os quedéis mirando unas ruinas, no os quedéis esperando que el desastre que os ha roto, se arregle por arte de magia... La vida no es así. Es mucho más, y es maravillosa cuando se aprovecha. En fin. Creo que es el texto más largo que he escrito nunca. Pero lo hago porque me da rabia que dejéis pasar oportunidades simplemente porque creéis que no estáis listos. Estáis preparados para el mundo, y tenéis que creerlo. Que ningún recuerdo, ni ningún sentimiento os corten las alas, porque ahora sois libres...
Patricia Izquierdo Díaz
Jamás pensé que una cena de bolsa cocinada en un camping gas dentro de una nave, diese inspiración para escribir unas palabras tan bonitas sobre alguien...
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