Me enfrento a la decisión más difícil de mi vida, una decisión de vida o muerte.
Llevo años decidiendo su vida, y más aún estos últimos tres meses.
Solo yo puedo decidirlo mientras él solo me mira.
Ojalá hablaras, ojalá razonaras y fueses tu quien decidiese tu destino.
No puedo dejarme llevar por el egoísmo de quererte a mi lado para siempre, del recuerdo de lo que eras y la esperanza de lo que puedes ser.
No dejo de observarte, en tu cama, con la mirada baja, con falta de ánimo, sin apetito y meándote mientras duermes.
Hemos estado seis años juntos y seguiriamos la vida entera. Nos hemos acompañado en el trabajo, en el baño, en la montaña, en el río, en el coche, en la bici, en los momentos felices y en los más difíciles.
Siempre has estado ahí y yo jamás podré estar a tu altura. Te has mantenido siempre fiel, siempre.
No guardas rencor, no sientes odio, no te enfadas. Solo eres amor, protección, compañia, sentimiento, verdad…
Han sido los años más difíciles de mi vida en un sube y baja de cambios, de sentimientos, de vivencias. Pero has estado ahi y sigues fiel.
No se que hubiera sido de mi sin ti estos años y en especial estos meses atrás.
Has sido la mejor decisión de mi vida.
Yo te busqué, te encontré, apareciste y te quedaste.
En estos años se ha ido gente de mi lado y tu sigues ahí siempre fiel.
Hay personas maravillosas que aparecen, que buscas, que encuentras, pero tú eres… eres tú.
Quiero lo mejor para ti. Quiero ser valiente al decidir por ti.
Creo estar seguro de que debemos separarnos. Al menos físicamente porque siempre estaremos juntos.
Tengo que decidir solo y ser valiente.
Estaré contigo hasta el final, nunca has estado solo.
Y en la distancia me enseñaras a no necesitarte, a recordar lo mejor de ti, a ser valiente.
Quiero que sepas que daría mi lugar en el mundo por ti, porque tú me has dado la vida.
Nadie puede entender lo nuestro excepto nosotros.
Esta cuenta atrás me tiene acojonado. Tiene que ser ya. Todo va a peor.
Pero estarás en casa, en tu cama sobre tu lado del sofá favorito, rodeado de tu familia que te ama y que está feliz de tenerte.
Estaré contigo, a tu lado, acariciando tu cuerpo, transmitiéndote paz.
Esto no es un final, no es una despedida, no es una separación.
Siempre seremos tu y yo y seguirás acompañándome el resto de mi vida.
S.
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