miércoles, 26 de diciembre de 2018

Ángeles de la guarda

Siempre habrá alguien que haga fácil lo que parece imposible. Esa persona que te espera cuando aún no has subido el último escalón, pero no para empujarte ni para hacerlo por ti. Sino para ver cómo lo consigues solo. Porque confía en ti. El que acude a tu rescate sin que te haya dado tiempo a avisar a nadie. Porque esa persona está siempre antes de que puedas pedir auxilio. Siempre tendrás esa sensación de mirarla a los ojos y estar convencido de que el destino existe. El destino es capaz de poner en el momento adecuado a alguien en tu camino para que empiece a formar parte de tus planes, de tus aventuras. De las locuras. De las tardes de cine y palomitas. De las fiestas interminables. De las resacas. De los «no deberías haberme dejado ir». De los «ya te lo dije». De los «la has cagado». De los «lo vamos a arreglar, juntos». Y llega un momento. Un instante. En el que te das cuenta de que no es alguien pasajero. Ese alguien es parte de la familia que eliges, pero no recuerdas el momento en el que la elegiste. Ha entrado en el reducido club de esas personas con las que los silencios no son incómodos. Las despedidas dejan de ser despedidas para ser un «hasta luego».

Siempre hay alguien que hace fácil lo difícil.

Amistad es poca palabra.

Mis ángeles de la guarda.

Laura Escanes


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