domingo, 9 de diciembre de 2018

Vuelvo a ser yo

¡Vuelvo a ser yo misma!

Ya estaba harta de querer mimitos y no recibirlos, mendigar amor, darme a las canciones de Pablo Alborán, Alex Ubago... En fin, gente que no había escuchado jamás y que además, me deprime bastante. Pero necesitaba estar conmigo misma. Digamos... que estaba en obras, reparándome para salir a la calle y gritar: ¡No soy tu media naranja, soy una naranja entera!

Sí, porque lo soy. Porque me encuentro más segura que nunca. ¿Sabes por qué? Porque he reconstruido mi muralla, a la que nadie pasará en mucho tiempo. No me atrevo a decir "jamás" pero podíamos poner un sinónimo perfectamente. Me gusto, no lo tomes como una afirmación egocéntrica. No. Me voy a centrar en mí. Sólo para mí, al fin y al cabo, soy yo la que me voy a acompañar el resto de mi vida. 

He conseguido ser lo que quería. Soy profe. Tengo unos niños que me adoran, pero no más que yo a ellos. Tengo un trabajo... En fin, ¡tengo trabajo! De eso iba, ¿no? ¡Positiva! Y hago lo que más me gusta en el mundo. Sigo estudiando, para lo mismo, para hacer eso que tanto me gusta en el mundo, y es que como dicen algunos, si trabajas en lo que amas, realmente no trabajarás en tu vida. Prácticas tu hobbie a diario. No puedo pedir más.

Tengo unas amigas a las que adoro. No podría vivir sin ellas. Hacen todo por mí y más, sin pedirlo. Porque si hay que pedir ciertas cosas, no las quiero. Gracias. Me he quitado lastres que me impedían seguir hacia delante. ¿Mendigar amistad? ¡De qué estamos hablando! ¿Y sabéis lo que he conseguido? Conocer a gente nueva, que me gusta su rollo. Quizás merezcan la pena ahondar más en ellas. Y luego tengo ángel, que se llama Belén, ya hablaremos de ella en otra ocasión... (aunque si buscáis en entradas anteriores, la encontraréis, ¡es la mejor!). Seguimos.

En chicos, podría decir que muerto el perro se acabó la rabia. No soy afortunada en amores. No. Y no es que tenga problemas para encontrar a un chico, es que paso de quedarme con el primero que pasa. Las relaciones son de dos, y hemos quedado que no hay que mendigar, ni pedir ciertas cosas. No pasa nada, de todo se sale, creerme. Mi historial amoroso se basa en darme contra un muro una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez... podría seguir así toda la noche. Incluso, a veces, me he encariñado de esa piedra que me hacia caer una y otra vez, una y otra vez... Sí, así soy yo. Cabezota. Me gusta luchar por lo que quiero, pero hay que saber hasta donde, en qué límite se encuentra tu orgullo. Hay que saber cuando tu esfuerzo cae en un saco roto, y hay que saber parar de hacer el ridículo humillándote tú sola.

Estoy nueva, me siento nueva. Hoy me como el mundo. Lucho contra dragones y príncipes que vienen a darte la brasa con poemas, piropos y demás. ¡Dios, qué pereza! No estamos ya para perder el tiempo con esas bobadas. No tengo edad. Y no son prejuicios como diría un conocido. No. Son experiencias de creer que golpeando tantas veces una pared, vas a crear una puerta. ¡Señores! Es una pared... Estoy feliz de llegar a este punto. Es maravilloso. Te sientes poderosa. Nada te afecta porque saber manejar una situación, te sientes segura, nadie accederá a ti. ¿Sabes por qué? Porque ha llegado el momento en el que luchas por ti misma, por sacarte adelante, por cumplir toda esa lista de deseos que tienes guardada en un cajón. Porque si esperamos al genio de los deseos, podemos morir de viejos. 

Sal, y hazlos realidad. No por nadie, por ti. Y si hay alguien que te acompaña en el camino, mejor que mejor, porque te está dando lo único que jamás recuperará... su tiempo. Pero si no hay nadie... ¡Es mentira! Estás tú, que ya eres alguien. Y menudo alguien. 

Que tiemble el mundo, que ahí voy yo. Con mis kilos de más, no siendo la más guapa del lugar, pero siendo alguien especial... (te estoy leyendo la mente, no es egocentrismo... sigue leyendo). Soy especial, porque como yo, solo existo yo. Con mis defectos y mis virtudes. Con la leona y la osita que llevo dentro, con mis complicaciones, con mis experiencias, con todo. Yo soy única, por eso soy especial.

Patricia Izquierdo Díaz


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.