jueves, 20 de diciembre de 2018

La manera de irse sí importa

Hay cosas que se van para volver. Pero también hay cosas que se van y no regresan más. Y desde el primer momento lo sabes. Que esta vez es la definitiva. Que se está alejando, y tú vas a ver cómo da cada paso hasta que se convierta en polvo. En maldito polvo. Duele ver cómo se va, cómo se disuelve, cómo se pierde y se aleja.

Pero lo que de verdad duele es ver que se debilita. Que alguien lo arrastra hasta que no puede más. Que lo mata por dentro antes de quitarle la vida. Que lo deja en cuerpo pero sin alma. Frío. Apagado.
Porque sonará a tópico, demasiado típico, ya lo sé. Pero hay cosas inevitables que no podemos cambiar. Ni frenar. Ni siquiera luchar contra ellas. Empiezan con batallas y acaban en guerra. Donde alguien gana, o pierde, o ríe, o llora, o vive, o muere.
Lo que está claro es que todos desaparecemos. El día X. El momento Y. De la forma Z. Pero cada vez tengo más claro que la manera de irse sí importa.

Hay maneras de irse que no deberían existir. Pero no, no te dejan elegir.

Y ya. Hay cosas que se van y no vuelven más.

Maldito polvo.

Laura Escanes


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