miércoles, 12 de diciembre de 2018

Aprender a perder

De todo se aprende, hasta de las caídas. Pero lo que más cuesta es aprender a perder. Aprender a decir que no pasa nada, que todo sigue, y sobre todo aprender a levantarse y a seguir el camino con la mochila llena de lecciones y apuntes para la siguiente caída. Aprender a decir lo que pensamos y siempre a pensar lo que decimos. Aprender que la vida consiste en despedidas constantes. Algunas que no podrás evitar y otras que habrás planeado tú. Pero en definitiva aprender a despedirse. Aprender a perder. Aprender que no todo lo que resta, resta de verdad. Que hay restas que suman mucho más de lo que pensamos y nos multiplican. Aprender a sonreír a los errores, a los fallos y a las almohadas húmedas, porque eso significará que estamos creciendo. Jamás olvides que somos lo que somos por lo que perdemos y por lo que ganamos. Pero sobre todo por lo que perdemos. Así que aprende. Aprende a perder esas personas que no volverán, o esas palabras que nunca encontraste en la salida del laberinto, las que se quedaron entre letras desordenadas. Ese lo siento que no llegó nunca, ese te quiero vacío o ese beso amargo.

Aprende a perder, pero sobre todo aprende.

Laura Escanes




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