martes, 15 de enero de 2019

Mintiendo

Ya no se nos oye hablar. Las únicas risas que quedan son las de algunos niños jugando en la calle. Eso sí, la tele de fondo suena demasiado alta. Seguramente sea mejor así, mejor que algunas discusiones sin sentido que acompañan casi todas nuestras noches. No recuerdo desde qué momento hemos convertido el viejo sofá que nos oía disfrutar, como dentro del paraíso, en un ring abandonado.

Míranos: dos fantasmas intentando no pensar, hundidos en pantallas. Yo la del móvil por si alguien me hace sonreír de nuevo. Tú la caja boba hasta que los párpados se quedan sin fuerzas. Y, mañana, el vecino del cuarto nos dirá que, joder, qué buena pareja hacemos. Y los dos sonreiremos. Mintiendo.

Defreds


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.