Queridos Reyes Magos:
La verdad, este año he intentado portarme un poquito mejor que el anterior.
Mamá, papá y demás familia están bien. Prometo dejaros muchas galletas si me los mantenéis al menos igual durante los próximos lustros. De dinosaurios, o unas de esas Oreo extra, con el doble por dentro... Bueno, yo dejo un par de paquetes de cada una y ya a vuestro gusto. La leche está en el segundo estante de la nevera.
Mis amigos están bien también. Si les puedes traer salud y trabajo para todos, pues genial. Son esos que me aguantan cuando no me aguanto ni yo. Los que cenan conmigo cuando las cosas no me van del todo bien. Tienen aguante los cabrones. Ya son años. Y joder, cómo comen, me sale por un ojo de la cara invitarles.
Así, como extra, os pido alguna sonrisa más para el resto de personas que me las intentan sacar a mí. Se las merecen, aunque ellos no lo sepan. De aquí, de allá. De un día o durante semanas.
No necesito nada más. Me conformo con conseguir que nunca se me vayan las ganas de seguir siendo yo mismo. Eso ya no está en desearlo, quizá solo en hacer las cosas que te hacen un poquito más feliz.
Nada más, buen viaje y que dejéis por todas las casas ganas de superarse. Nos vemos el próximo año.
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