sábado, 27 de julio de 2019

"El Guardia Civil"

Queridos lectores les tengo que hablar de alguien nuevo: El Guardia Civil.

Le he conocido por una aplicación de esas de conocer a gente que me recomendó mi amiga Silvia. Ya os contaré, porque vaya fauna que hay, casi igual que en el día a día.

Y es el chico que siempre he querido encontrar. Con carrera, con trabajo estable, con piso, simpático, guapo, sincero, detallista, bromista. Me lo paso genial con él. El primer día que nos conocimos... Bueno, fue el jueves pasado. Venía de estar con otro chico que también había conocido por esta misma aplicación, el cuál, sí para un polvo, pero bueno, aceptable, fin. Así que con todo mi arte, quedé con este hombre, con el Guardia Civil. Y me encantó, éste sí. Tiene el mismo humor que yo, me pregunta muchísimas cosas y se interesa por mí, me da su opinión y si le contesto borde no me tiene miedo, me reta y eso me vuelve loca.

Es un chico que está centrado, claro que son 32 tacos los que tiene el amigo. Y os aseguro que es todo lo que yo quiero, así que estoy cuanto menos ilusionada. La tarde se nos hizo muy muy corta, demasiado corta, pero él tenía que ir a jugar al fútbol y yo al cine a ver "El rey león" con mi amiga Belén.

Estaba tan contenta... Que se lo conté a todo el mundo. Chicas, lo he encontrado. Y encima guapo, metro ochenta y enorme, viajero, aventurero y con ganas de una relación de verdad y familia. Dios mío, lo he encontrado.

Al día siguiente se lo dije. Eres perfecto. Así que, quiero quedar contigo. Tengo mi nueva casa y hay que estrenarla, así que... ¿Cenamos? Casa y cena. Es la primera vez que planeo una cita de verdad, romántica, puse hasta la piscina en marcha para los dos.

Llegó muy pronto, demasiado pronto para cenar así que estuvimos paseando por Leganés, le enseñé donde vivo, mi antigua casa, dónde paseo, con quién salgo, mis planes, no sé, que conociera un poco más de mí. Pero estábamos ansiosos por llegar a casa... ¿Chino? Adoramos la comida china. ¿Os he dicho que es perfecto? Mientras preparaba la mesa y la piscina, estuvimos hablando de Egipto, pero las pirámides pasaron a segundo plano cuando me besó y me subió a la encimera. Empotrador... punto para ti. Pasé a ser simio tan rápido como un ferrari pasa a los 200 km/h. Le pedí que parara, quería una cama, quería quitarle toda la ropa puesto que yo ya la había perdido...

Empotrador. Sí, señoras y señores. Es más, se ha convertido en mi número uno. Hubo un percance, también os lo digo porque esto está empezando a parecer un cuento de hadas, y el percance es que yo tenía la regla, así le aseguré que no llegaríamos hasta el final... Pero, eso solo era mi opinión... porque su respuesta fue... "pues qué pena...". Y así pasó lo que tenía que pasar... Hasta que llamó el señor chino motero. Suele pasar... Como veis, las cosas bonitas solo ocurren en las películas. Nos miramos y dijimos, nos quedamos sin cena, esto tiene que continuar. Y así fue. Nos quedamos sin cena. Hasta que se las apañó para que nos la volvieran a traer.

Lo que sentí cenando con él, fue especial, no había estado tan cómoda con nadie desde hacía mucho tiempo, le dejé besarme, acariciarme, quité todas las barreras y le dejé entrar. Podría dejarle entrar en mi vida para siempre. Hasta que yo la cagué. Le conté mis últimos días con "no amigos", "amigos raros", "historiadores que se quedan ahí clavados", y decidió marcharse porque no creía que yo estuviera preparada para empezar algo nuevo, algo de verdad. Y él pasaba de ser segundo plato y estar metido en juegos de este tipo. Y se fue... No he vuelto a saber nada de él. Le he escrito un parrafón enorme... de hecho, dos. Y no me responde. Es una pena, pero por lo menos me ha hecho pensar que hay chicos que todavía merecen la pena.

En esta historia yo he tenido la culpa de que acabase. Hay cosas que no se deben contar, y depende del momento también es verdad... Pero si habéis leído la anterior entrada, el guardia civil, fue mucho más inteligente que yo y dio en el clavo. Mi ex, sigue ahí, y no estoy preparada para iniciar nada, no quiero hacer daño a nadie. Y este chico lo tenía todo, además de ser buena persona. Y las cosas, antes o después, acaban saliendo. Y le hubiera hecho daño en cuanto hubiera sentimientos hacia mí. 

Me juró que él solo hablaba conmigo, solo quería estar conmigo y que había quitado la aplicación. En mi caso no fue así. El día que le conocí venía de estar con otro. Eso no lo sabe, pero no me deja en buen lugar, y él no se merece esto. Benidorm también ha dado sus frutos... Así que, gracias por hacerme volver a crees que hay chicos maravillosos esperando a ser felices sin hacer daño a los demás.

Has sido la cita más bonita que he tenido. Y con eso me quedo.

Patricia Izquierdo Díaz


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