Tú no lo sabes, pero Ana todavía se encuentra perdida. Todo el mundo ve desde fuera el problema, menos ella. No es tan fácil, algo le hace ver las cosas directamente al revés. Cada vez el viento le asusta un poco más.
Su carácter se hace más cerrado con tanta mirada. Sin comprender que no es su culpa. Que necesita ayuda más que habladurías.
Igual conoces a Ana y puedes ayudarla de alguna manera.
(Busca a Ana en mi segundo libro Cuando abras el paracaídas).
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.