He estado hablando ahora con tu amiga Cris. Menos mal que tengo con quien charlar. Vaya noche más larga mientras la bella durmiente está ahí tan pichi.
He comprobado que no soy un raro. Que la gente ve en ti lo mismo que veo yo. Alguien capaz, fuerte y digno de admiración. Has sacado tus estudios combatiendo con todo lo que tenías en tu espalda.
Cris cree que eres maravillosa. Yo también. Belén también. Solo que en casa te anulan. Pero eres una persona que merece la pena tener al lado.
Me siento muy orgulloso de ti, y si salimos de una enfermedad, saldremos de esta. Somos un equipo. Eres increíble. Deberías sentirte afortunada por el ejército que tienes detrás, como te defienden, son leonas como tú, con muy mala leche y que luchan por ti tanto o más que tú.
Dice Cris que qué pena que no veas eso que nosotros vemos en ti. Que no te vales y te respetes como mereces. Pero no importa. Yo estoy aquí para ayudarte a verlo, para besarte siempre cuando me quites, para abrazarte cuando me digas "uf qué calor, quita", me da igual lo cactus que seas... Siempre hacen especial el lugar en el que están. Y eso haces tú. Tú haces sentirnos especiales a los que te rodeamos.
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