lunes, 8 de julio de 2019

¿Qué ves en mi?

Hoy mi amiga Belén me ha dicho una frase que nos viene al pelo. "Te quiero más que vale un polvo". Esa es nuestra definición. Te quiero y punto. Porque a pesar de las broncas, a pesar de que sabemos que algo ha cambiado y que necesitamos tiempo, estás conmigo. Estás siempre conmigo. Y si tengo suerte con Belén, contigo... Me tocó la lotería.

Ojalá hubiera más personas como tú habitando este planeta. Que me demuestran tanto cariño cada día, que me manda fotos de donde está, que me manda cualquier tontería simplemente porque se acuerda de mí. Belén apuesta muy fuerte por ti (aunque ella es del equipo del valenciano). Dice que tengo mucha suerte por tener a alguien como tú, que se preocupa tanto, que me adora tanto y que... como ya he dicho, me lo demuestras. 

A veces, siento que abuso de ti, que ocupo demasiado espacio en tu vida. Pero... como me ha dicho mi super amiga (qué menuda tarde de conversaciones), "¿quién soy yo para decidir eso? Deja a los demás decir. Si él quiere estar, si él quiere ocupar ese tiempo contigo, ¿quién eres tú para decidir eso?". Pues porque intento molestar lo menos posible a todo el mundo. Lo mismo me pasa con el motero, intento saber cuál es mi lugar en su... vida. Y esto tiene que ver mucho con el concepto que tengo de mí misma, el que me han ayudado a crearme con el paso del tiempo. "Eres un estorbo", "Ojalá no hubieras nacido", "A ver cuando te vas para no volver", "Eres la peor persona que conozco", y muchas más que no voy a decir porque serían palabrotas y quedaría feo en mi blog. Cuando siente que no eres nada, un estorbo, que no llegas a la altura de nadie, que eres lo peor que la vida ha podido crear, piensas que no te mereces a personas como mi bollo o Belén. No eres digna de tener las amigas que tienes... Y en el fondo, tienes una leve sensación de que los estás engañando. Que ellos quieren a otra persona, a un fraude, a una copia, porque no te conocen del todo, si te llegaran a conocer, saldrían corriendo... Corriendo a ver catedrales con otras, por ejemplo. 

Mi vida es muy complicada, y para estar a mi lado hay que estar hecho de una materia especial. Supongo que denominada "paciencia". Por otro lado pienso, en todas las personas que pasan por mi vida, en que todos vuelven, en que todos ven algo en mí que debe ser que no encuentran en otro lugar, pienso en mis amigas, y en como luchan por mí cuando a mi me flaquean las fuerzas, y escucho a una voz que dice "quizás no sea tan horrible". Pero no dejas de escuchar lo penosa que eres... porque... esa es mi realidad. 

No puedes salvarme siempre. No puedes hacer que ocupe toda tu vida. Y no puedes esperar nada a cambio por ahora. Yo estoy rota y no sé querer. Mi corazón está fuera de cobertura, no quiere saber nada del amor, porque duele mucho. Porque la última vez, me dejó KO. No me pidas más de lo que yo te puedo dar. Porque eso es un problema. Y solo estoy buscando paz. Esa paz que encuentro cuando tú estás cerca. Porque como te he dicho antes, podremos discutir mucho, muchísimo, pero ni tú me dejas de hablar ni yo a ti, ni tú me abandonas ni yo a ti. Me das paz. Contigo no hay preocupaciones, confío plenamente en ti, te seguiría con los ojos cerrados porque sé que solo buscas hacerme feliz. ¡Y qué bonito! Que adictivas son las personas que te hacen desconectar del mundo. Con eso, ya me salvas. No dejaré de decirte nunca lo que te quiero. Porque, dada mi situación, no sabemos cuando puede ser el último día, y pase lo que pase, quiero que lo sepas... Eres mi ángel de la guarda (y recuerda que los ángeles no tienen sexo). 

Ya me salvas. Quédate tranquilo. A veces solo hay que estar. Y tú tienes un diez en eso. Algún día te preguntaré ¿por qué? ¿Por qué yo? ¿Por qué decidiste apostar por mi y quedarte? Pero me dan miedo esas respuestas. No me dejes nunca. Mi vida sin ti sería un desastre, un caos mayor que el de ahora, ¿quién me defendería de todo? Creo que no ha habido nadie que haya apostado tan fuerte por mí, bueno sí, pero se fue en un velero... Hay que ser justos. ¿Qué verán en mí? No lo sé, pero lo que sea, no dejes de verlo.

Patricia Izquierdo Díaz


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