A falta de tus abrazos va haciendo falta calefacción. También calienta, pero no es lo mismo.
En la tele han dado un partido amistoso de la selección española que no he visto. No me interesa, como tampoco me ha interesado nunca perder mi tiempo en ensayos o simulacros. Soy más de toma única, de saltar y ver qué pasa. Como ahora, que me he sentado frente a una hoja en blanco. Voy a seguir escribiendo cosas que terminan derivando en ti, jugando a no cortarme con recuerdos de doble filo; de esos que ilusionan cuando te veo "en línea" y que destrozan cuando dejas de estarlo y no me has hablado.
Supongo que es más carta de suicidio que de amor, porque duele. Duele ver que algo cambia a peor. Duele sentir frío donde no hace mucho se sentía calor.
Duele agarrarse a una ilusión que sabes que no, pero insistes en que sí.
Duele seguir luchando aun sabiendo que ya he perdido.
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