"Cuando los años nos pesen
y las piernas no caminen.
Los ojos se nos cierren
y la piel ya no se estire.
Cuando lo único que pese,
sea lo que hicimos en la vida.
Y aunque nada de esto pase...
Eres el amor de mi vida"
La vuelta a Valencia tras mi estancia a Madrid está siendo dura. No dejo de pensar en la última noche. No dejo de pensar. Voy por la calle sin apenas fijarme en lo que me rodea, simplemente preguntándome qué debo hacer, o que no. Que dejar al destino y qué controlar yo. No es una actitud de cobardía, es que no encuentro mi norte. Bueno, mi norte está en Madrid. Es la persona que más me desordena, y la llamo "norte", quizás estoy más perdido de lo que pienso.
Me he montado en el coche, y por circunstancias de la vida, la cadena SER no estaba en sintonía, y ha aparecido Maluma. No escucho este tipo de música, si algo me sé, es porque no dejan de repetirla una y otra vez en el gimnasio. Pero su estribillo me ha descrito a una persona. ¿Sabéis de esa sensación cuando escuchas por primera vez una canción y aparece en tu mente la imagen de una persona? No de varias, de una, muy nítida... Y tu cerebro no ha dudado en ningún momento. "Eres el amor de mi vida...". Sí, puedo afirmarlo. De lo que no estoy seguro es de si lo eres porque aún no ha llegado alguien que te eclipse, o simplemente porque eres tú desde el primer día que entraste en mi despacho.
Todos tenemos una canción y un momento. Cada vez que subo en el coche deseo escuchar ese estribillo. Quiero verte las canas, quiero mi casa, mis hijos... Te quiero a ti, a mi lado. Eso es lo único que tengo claro. Pero, ¿el amor lo puede todo? ¿Puede con los miedos? ¿Puede con la distancia? ¿Puede incluso con la incompatibilidad de las personas? ¿El amor necesita esfuerzos, a veces tantos, que llegue a no compensar? ¿El amor tiene que doler? ¿Cuántas oportunidades se necesitan para saber que ella no es la adecuada? ¿Cuántas noches tienen que pasar como la última para darte cuenta de que sin duda es ella? ¿El amor son tantos interrogantes y ninguna respuesta? ¿El amor es estar hecho un lío? La eterna duda entre el sentimiento y la razón, la montaña rusa y la coherencia, el dejarte llevar o pensar en las consecuencias.
Sé que lo vas a leer, al fin y al cabo, es tu blog. Pero quiero que respetes la decisión que he tomado. No quiero consejos. No quiero conversaciones que no llegan a ningún final. No quiero estar condicionado, ni que tú estés cerca de mí cuando tome decisiones en este tema, ni siquiera que me mires porque entonces estoy perdido. No te pido distancia, simplemente que este tema me lo dejes a mí, pensarlo y gestionarlo como pueda. Al fin y al cabo, yo también tengo que decidir que es mejor para mi, que quiero y no quiero hacer, si quiero esforzarme una vez más, o luchar por lo que ahora tengo. Necesito la objetividad que pierdo cuando tú andas cerca y pones todo patas arriba. Porque contigo al lado, pierdo la visión, el oído y cualquier sentido. Me pierdo a mi mismo centrándome en un paisaje infinito, me pierdo entre tu mirada y tu sonrisa. Me pierdo en ti.
Peter Pan
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