Hay veces que parece que yo solo me echo la patilla. Y todo es porque, si a algo estoy acostumbrado, es que al final todo se tuerza y salga mal. Es como cuando me atrevo a pensar "ahora mismo soy feliz", y siempre, al siguiente día, algo pasa y se tuerce. Y vuelvo a estar otra vez en el "casi feliz".
Pues ya se ha acabado el tener miedo, el despertar viejos fantasmas y el recordar cagadas o decepciones.
El futuro es mío, y el pasado, por muy malo que haya sido, no puede evitarlo
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