Tumbado en la cama y escuchando tus canciones. Pensando en ti mientras se reabre la herida que me dejaste. Sólo consigo dolor, pero es la única forma que se ocurre de "sentirte cerca". Un truco para no olvidar que un día fuiste real.
Yo siempre he bailado solo. Soy demasiado soñador, y con tanto sueño es fácil que me desilusionen pronto. Por eso no estoy acostumbrado a echar de menos, porque nunca da tiempo a que nadie se quede conmigo lo suficiente como para que me acostumbre. Añoro, pero no echo de menos. Me es imposible.
Tú duraste lo suficiente, no para acostumbrarme a estar contigo, pero sí como para no saber estar sin ti, conociéndote. Y echo de menos eso, seguir conociendo todas las manías, gustos e historias que no tuve tiempo de descubrirte.
Sólo me quedan tus canciones y mi herida. Y el "sin ti" que hace que te compare con todas, haciéndolas aburridas.
Porque puedo con otras, pero quiero contigo.
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