domingo, 26 de mayo de 2019

Amigo invisible

¡Qué vergüenza me da escribir esto! 

¡Vamos allá! Señor Jorge. Gracias por haber entrado en mi vida tras un accidente de autobús subiendo desde el Parterre mientras íbamos al instituto. ¡No ha llovido ni nada! Nunca he escrito sobre ti. Pero hoy te toca. Llevamos diez años juntos, creo que ya va siendo hora.

Hemos pasado muchas cosas juntos. Ha habido rechazos de todo tipo (que los míos, te los guardo, te vas a cagar). Pero siempre me has demostrado que estás, que estás para reírme contigo como con nadie. Que puedo meterme contigo, porque tú ya respondes, ¡estás muy subidito por cierto! Pero eso me hacer reír.

Voy a irme a los inicios de todo. Justo después del accidente de autobús. Tengo que hacer memoria. Tras ese día empezamos a hablar, y creo que no hemos parado hasta ahora. Como ya he dicho, hemos tenido, quizás, un par de temporadas sin saber el uno del otro. Pero nos ha dado igual, porque hemos vuelto, siempre lo hacemos y además, como si nada hubiera pasado, como si anoche te hubiera dicho que descansaras. Eso es una amistad y lo demás es tontería.

Te tragaste en el instituto toda la historia de Sergio, los problemas que llegaron después, miles de problemas  y momentos en los que me sentí muy sola, pero por las noches siempre tenía a alguien ahí para hablar, llamándome abuela porque como mucho duraba despierta hasta las once. Siempre lo he dicho de ti, tienes un corazón de oro "amigo invisible" porque es más difícil verte que al de los 4 fantásticos. Pero siempre estás, y con eso me quedo.

Compartimos gustos, compartimos muchas opiniones, planes de futuro... Somos muy parecidos, dentro de que vivimos en momentos muy distintos. Yo sigo estudiando y tú recorriendo mundo (eso me hace odiarte bastante). Pero nuestros caminos se van a encontrar. ¡No lo dudes! El día 4 de agosto del... 2022. Eso está firmado desde el instituto. Te espero en el altar. ¡Soy la que va de blanco!

Llevamos con la tontería años, pero, lo siento, a este paso acabarás conmigo porque no encuentro a nadie lo suficiente valiente para quedarse a mi lado cuando soy una bomba en expansión. Sin embargo, tú te quedas ahí. Aplacando a la fiera. ¿Eso lo da el rugby? No me tienes miedo, pero sí respeto, y eso es algo que se nota en cualquier relación. Mi cariño es infinito por ti, ya lo sabes. Y creo que de marido me quedarías bien... ¿Qué tendréis los rubios? Enseñaremos a nuestros peques quién es Thor, y todos sus amigos de Marvel. Y quedaremos genial en una foto. 

Porque ya quedamos genial juntos (sino me crees, mira la foto). Te quiero, super amigo.

P.D. Seguiré buscando la forma más bonita para pedirte tu mano. Y te lo he dicho antes, como me rechaces, no tienes ciudad para correr.

Patricia Izquierdo Díaz


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