Te conocí.
Hice la maleta.
Metí todas tus virtudes en la parte grande y tus defectos en el bolsillo pequeño. Bien doblados.
Todas nuestras risas acumuladas en la funda de los zapatos.
Los proyectos de futuro en el neceser, junto con la colonia y el cepillo de dientes.
El móvil con todas nuestras canciones.
Y la etiqueta con la dirección bien escrita en mayúscula.
Si se pierde, envíeme a la CALLE FELICIDAD, por favor
El problema es que ahora está llena de desorden. No sé si seré tan valiente como para deshacerla ahora que no estás.
Le arrancaste la etiqueta de cuajo.
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