Estoy cansado de estar siempre en duda. De que quieras estar siempre en lo bueno y jamás en lo malo
Estoy cansado de tus promesas que suenan a excusas.
¿Para qué te quedaste a sabiendas de que solo sería para ti un rato?
¿Por qué te acercas solo en los días que tienes frío por dentro y nada te abriga?
¿Por qué me enseñaste canciones que ahora suenan a poco? ¿Has roto?
Me pones arriba del todo y luego me bajas, como en alguna atracción de la Warner.
Me dices te echo de menos y luego siempre te borras.
Me dices mañana quedamos y sigo esperando.
Me ilusiono mil veces.
Me habría dado igual que hubieras pasado, al menos no acabaría enganchado.
Conmigo funciona mejor otra cosa, la sinceridad por bandera.
Eso sí, aprendí que el cariño que das no siempre es el que mereces recibir.
Y desde mañana voy a intentar aprender a echarte de menos.
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