sábado, 18 de mayo de 2019

Sucedió

Sucedió como suceden las mejores cosas. De una forma inesperada. O como diría yo, «casi sin querer».
Y no todo el mundo lo entiende, se puede decir que se han acostumbrado a vivir siendo juzgados. Sintiendo que un beso en la calle es centro de todas las miradas.

Que sí, uno sabe poco de la vida y el otro se aprovecha. Sí, que cuando uno crezca se cansará de eso. ¿No puedes ser amor de verdad en vez de manipular?
Y puede pasar que al final el número no es más que una cifra. Que con veinte años te puedes enamorar seriamente y con treinta y seis, como un adolescente.
Y podrás intentar pararlo, o frenarlo, pero aun así el corazón no entiende de edades. Solo de sentir, vivir, sonreír.
Y nadie puede venir a juzgar lo que uno puede sentir. Solo tú por dentro conoces la intensidad.
Y quizá no lo veas así…, hasta que te pase.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.