No te puedes imaginar las ganas que me das de hablar un poquito más. Engancha lo que dices, me paso minutos esperando que me vuelvas a responder. Provocas con lo que dices, aunque no tenga nada que ver.
Mi mente arde, tu forma de hablarme me seduce. Me excita. Me provoca.
Es una explosión de placer sin tocarnos.
Dices de vernos en un lugar que tú conoces, que la noche no tendrá desperdicio.
Y se me cierran los ojos de cansancio y me obligo a seguir, tú eres una dosis de morbo continuada. Iré reventado a trabajar.
Me dices que lo mejor está por llegar… que esta conversación
no puede parar.
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