Son las 7.54 de la mañana. Apenas he dormido nada. Ayer cuando perdí un seguidor en Instagram. Tenía el miedo de perder otro. Y no hablo de seguidores. Tenía miedo de perderle. Me di cuenta, de que quizás era más serio de lo que yo había pensado. Y tenía la seguridad de que hoy amanecería con un testamento mandándome a la mierda. Pero de momento no lo ha habido.
No le he hablado no por orgullo, ni mucho menos, sino porque no quiero ser falsa y pedir unas disculpas que no siento, mi opinión sigue siendo la misma que ayer sobre lo que escribí. No le he hablado porque supongo que necesita su tiempo. Y él ya sabe donde encontrarme si quiere decirme algo. Le he pedido disculpas en dos ocasiones, sabe perfectamente que se las pediría en caso de que yo las viera necesarias, no soy orgullosa. Anoche casi le escribo, porque le echo de menos. Pero tengo un montón de amigas preguntándome, ¿dónde está la diva? La diva está preocupada y no va a perder a alguien por un papel.
Nunca he jugado con él. He sido quién soy desde el principio. Chicas, me vais a matar cuando leáis esto. Pero es lo que siento. Clara me preguntó ayer, qué me aportaba para que estuviera tan preocupada. Creo que me ha cuidado y ha estado atento a mí en uno de mis momentos más difíciles, no lo sé, he podido contar con él. Y me da igual si lo ha hecho con otras, eso es lo que yo he sentido. Hemos discutido antes, y eso sí, yo me he ido a arreglarlo y a decirle todo lo que pensaba de él. Nuestro punto fuerte es hablar, aunque parece que no. Cris, Patri, Belén, Rocío... No lo ven así. Si las hubiera hecho caso desde el principio, no habría vivido todo lo que él me ha dado estos cuatro meses. Chicas, ha habido momentos muy bonitos.
No voy a hacer de este texto una declaración de amor, porque estaría mintiendo. Ni siquiera voy a decir que él como chico me gusta. Es que si he luchado por mis amigos siempre, ¿por qué por él no? Porque él ha elegido el bando de su amigo. Claro, yo también lo hubiera hecho, pero no le hubiera dejado a él. También esa es una diferencia muy grande. Como os digo, si os hubiera hecho caso, no habríamos pasado del mes de enero. Pero vi algo en él. Necesitaba ayuda, necesitaba una amiga, creo, no lo sé. Y me quedé a su lado.
Chicas, no espero que lo entendáis, si me estoy equivocando, él es el que tiene la pelota en su tejado. Ahora mismo la situación sólo es de él. Le echo de menos, sí, pero no voy a ser falsa. Además, esto se nos ha ido de las manos. Mi blog, es mi blog, es prácticamente como diario. Puedo estar equivocada, por supuesto, pero la gente habla, la gente si no está de acuerdo lo expresa, no se quedan callados.
Me da mucha pena que esto acabe así. Es el último final que me imaginaba para nosotros. Es una tontería a mi modo de verlo. Voy a echarle mucho de menos, pero cada uno tenemos que recoger lo que sembramos, las consecuencias de nuestros actos. Anoche, a las dos de la mañana, estuve a punto de enviarte un mensaje como este, pero ellas, me pararon. Déjale a él Patri, que decida, y vivir con la incertidumbre me está matando. Si esto se ha acabado, he de decirte, que me has dado mucho más en unos meses que otros en un año. Que te mereces a alguien que te haga feliz. Ser feliz y crecer como persona, pero todo llega. La vida nos pone muchas pruebas que te obligan a hacerlo. Y sólo darte las gracias por todo lo que hemos vivido en tan poco tiempo.
No creo que deba escribir nada más... Lo siento chicas, tenía que hacerlo, si no era personalmente a él, tenía que hacérselo llegar de algún modo. Para mí, él si ha sido importante.
Patricia Izquierdo Díaz
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